Tira el vaso al suelo, crecerán flores (y con suerte un árbol)
Hemos visto envases reciclables de todo tipo, biodegradables; e incluso comestibles. Esta sencilla idea nos parece más interesante que todas las anteriores.
Cuando acabas tu bebida puedes utilizar el vaso para reforestar con especies autóctonas tu jardín o cualquier otro lugar.
El material del que está compuesto tiene incrustado en su interior semillas, de diferentes plantas autóctonas y al menos una semilla de un árbol.
En el exterior se indican las especies de estas semillas, y donde pueden ser plantadas sin causar trastorno alguno a la flora local. Para ello sólo se necesita mojar el envase durante 5 minutos y plantarlo.
Si decides no plantar el vaso tampoco supone gran problema. El envase se biodegrada en 180 días en un compost que puede ser utilizado como nutriente de otras plantas.
En lugares como cafeterías, donde muchos de los clientes seguirán desechando los vasos, se pueden habilitar contenedores que se recogerán periódicamente. Estos vasos se pueden utilizar para plantaciones masivas en parques o cualquier otro espacio público.
Cada uno de los árboles que crezca de estas semillas será capaz de absorber de la atmósfera una tonelada de dióxido de carbono al año.
Los materiales de los que está construida proceden del reciclaje y el precio de cada envase es similar al que tienen actualmente otros similares.
Actualmente se están recaudando fondos para su comercialización en Kickstarter, y la taza aún no se vende.
En este vídeo puedes ver la presentación que hace Reduce. Reuse. Grow. de su imaginativo producto.
Una brillante idea, que si se popularizara podría tener un impacto muy favorable sobre el medio ambiente. Sólo en Estados Unidos se utilizan al año unos 150 millones de envases de este tipo, y una gran parte no se reciclan.
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