LOS DIFERENTES TIPOS DE RECICLAJE (III): RECICLADO DE SUSTANCIAS ORGÁNICAS

En el anterior artículo de esta serie que estamos realizando hablábamos de la recuperación de disolventes, de cómo eliminar aquellas sustancias contaminantes y obtener un producto que puede volverse a introducir en el mercado, cumpliendo siempre las exigencias de calidad de éste.

Bien, en el apartado que nos corresponde hoy,  hablaremos del  reciclaje de aquellas sustancias orgánicas que no se usan como disolventes, principalmente por su estado físico y por sus propiedades químicas.
Como podremos ver a continuación, éste es un apartado muy genérico, puesto que sustancias orgánicas nos las encontramos muy frecuentemente en nuestra vida cotidiana: plásticos, materias textiles, resinas y pegamentos,.. y por lo tanto, el espectro de residuos que pueden entrar en esta categoría es muy elevado. Hablar de todos sería imposible, por lo tanto, nos centraremos en el reciclaje de envases de plástico y en el de los residuos textiles .
 Reciclaje de residuos plásticos: una fuente de riqueza
Los residuos plásticos son una fuente de riqueza importante puesto que su tratamiento no llega a ser muy costoso y si se realiza de forma correcta obteniendo un plástico totalmente descontaminado y de buena calidad que pueda ser vuelto a introducir en el mercado industrial, se obtienen importantes beneficios tanto económicos como medioambientales.
Los residuos de plástico llegan a la planta de tratamiento en diferentes acondicionamientos (en balas, a granel, ..). El primer paso es la clasificación de los mismos, eliminando cualquier elemento que se encuentre en la partida que no sea plástico. Estos residuos no aprovechables se separan de la línea de producción y se almacenan para su posterior tratamiento. Una vez se tiene la partida preparada, se adicionan los plásticos a un triturador mediante una cinta transportadora, el cual rompe el plástico en trozos pequeños mediante la acción de unas cuchillas implantadas en un rotor. Los trozos de plástico se transportan hasta una balsa que contiene agua  con sosa cáustica (NaOH) donde se efectúa la limpieza del plástico. Se pueden elegir otros agentes limpiadores como hipoclorito sódico (lejía) o peróxido orgánico (agua oxigenada). Todos estos son poderosos agentes oxidantes que eliminan la materia orgánica y suciedad del plástico, escoger uno u otro dependerá de las pruebas piloto que se hayan realizado en la planta de reciclaje. El plástico va pasando por la bañera mediante la acción de unos rodillos que lo transportan hasta abandonarla para entrar en el proceso de secado. Este se realiza mediante una centrífuga, una lavadora en seco de elevada velocidad, que elimina la humedad del plástico después de su lavado, dejándolo completamente seco. 
Una vez triturado, descontaminado y secado, el plástico se almacena en sacos para su posterior expedición al cliente final.
Cabe decir que, si se elige una trituradora específica para estos residuos y se conectan todas las fases del proceso convenientemente, tendremos un proceso industrial en continuo que nos proporcionará producciones elevadas y optimizaremos el proceso todo lo posible.

Reutilización  de Trapos y Materias Textiles:  La eliminación de los contaminantes
Los trapos contaminados provienen de muchos sectores industriales y de los que más, de la automoción y del sector de pinturas. Por lo tanto, la gran mayoría de trapos contaminados que nos podremos encontrar contendrán como contaminantes grasas industriales, hidrocarburos, pinturas, disolventes, .. Existen trapos que, debido a su alto nivel de suciedad, no pueden ser reciclados. En este caso, su gestión se realiza mediante depósito de seguridad. Aquellos textiles que puedan ser reciclados pasarán por un proceso de limpieza y secado como en el caso anterior de los residuos plásticos, pero sin transformar sus propiedades. No se va a modificar la forma del residuo, sólo se descontaminará para su posterior uso como trapo de limpieza. Un gestor de residuos, por ejemplo, puede ofertar a sus clientes el sistema de recogida, limpieza y retorno del textil. Para ello, se usarán lavadoras industriales de gran capacidad.
La descontaminación de los trapos se puede realizar de dos formas:
  1. Lavado húmedo
  2. Lavado en seco
En el lavado en húmedo, colocaremos en la lavadora los trapos y se añadirá agua y el agente limpiador (puede ser sosa, hipoclorito o agentes desengrasantes más potentes dependiendo de la contaminación de los residuos). Se realizará un ciclo de lavado y posteriormente uno de centrifugado, los cuales estarán determinados por las pruebas piloto que hayamos hecho en el laboratorio. Al final obtendremos un producto limpio y seco, dispuesto a la venta o retorno al cliente para su posterior uso.
En el lavado en seco, no se usa agua sino el PERC (Percloroetileno). Este es un disolvente orgánico halogenado no inflamable con alto poder de limpieza. Así, después de haber realizado los ensayos en laboratorio para conocer las condiciones óptimas para el lavado de los mismos, se añaden los trapos en la lavadora e iniciamos el ciclo de lavado a la temperatura deseada. Posteriormente, se realizará un centrifugado del trapo eliminando el resto de PERC y dejando el textil limpio, descontaminado y seco.
Estos procesos son discontinuos, tenemos que hacer ciclos de parada para retirar los trapos limpios  de la lavadora y, añadir nuevos. Así, la producción que se puede obtener no será tan elevada como en el anterior caso de los residuos plásticos.

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