LOS DIFERENTES TIPOS DE RECICLAJE (II): RECUPERACIÓN O REGENERACIÓN DE DISOLVENTE

Dentro de la serie de artículos sobre las diferentes técnicas de reciclaje de residuos, traemos hoy la segunda entrega dedicada a la Recuperación de Disolventes.


Un disolvente es cualquier sustancia que permite la dispersión de otra en ésta. Forman parte de muchas aplicaciones industriales y los podemos encontrar en adhesivos, componentes para pinturas, productos farmacéuticos, elaboración de materiales sintñeticos, …
En la gran mayoría los disolventes usados provienen de los sectores de la automoción, de la fabricación y uso de pinturas y de la empresa textil. En el primero debido al uso de cabinas de pintura para la chapa de los coches, donde se utilizan pinturas en base disolvente orgánico. En el caso de la fabricación y uso de pinturas es obvio, debido a que gran cantidad de éstas estan fabricadas en base disolvente y en el tercero, debido a que en los procesos de limpieza en seco de materias textiles (ropa, por ejemplo en las lavanderías) se utiliza percloroetileno, disolvente de caracter halogenado, con gran poder desengrasante.
Conociendo de donde provienen los residuos.. ¿que podemos hacer con un disolvente residual que no puede ser aprovechado ya por la industria?
Hay dos técnicas de reciclaje de un disolvente:
– Recuperación de disolventes, eliminando las impurezas y contaminación
– Valorización energñetica, como vimos en el anterior capítulo
Centrándonos en el primer proceso, éste consiste en la destilación de los disolventes usados. En función de sus características se le realiza el tratamiento más adecuado.
El tratamiento que se realiza es específico en función de su tipología, disponiendo todos ellos un proceso común que consiste en el tratamiento del residuo en torres de destilación-rectificación, dotados de fuente de calor (vapor de agua), condensador (refrigeración con agua) y agitación.
La tecnología empleada para efectuar la destilación consiste en reactores con o sin agitación, en los cuales el calentamiento se realiza a través de las paredes, por donde discurren unos circuitos de fluido térmico. El proceso se efectúa de modo discontinuo, y puede trabajar en condiciones de vacío o a presión atmosférica.
El calor aportado a la masa de disolvente a través del encamisado del reactor hace que el disolvente vaya evaporándose. Los vapores son succionados a través de un conducto en la parte superior del reactor o bien salen por sobre presión a medida que avanza el proceso de destilación.
El disolvente evaporado entra en un condensador refrigerado por agua, donde se condensan los vapores. Dicha agua se encuentra en circuito cerrado y es refrigerada mediante torres de refrigeración.
Una vez regenerados los disolventes, en algunos casos son sometidos a una operación de deshidratación, eliminando de los mismos el agua existente mediante la adición de sales que produce su deshidratación.
Finalmente, los disolventes, son conducidos al almacenamiento para su posterior expedición como productos propios o son devueltos al mismo productor de los disolventes para reutilizarlos en su proceso productivo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Just In Time o la teoría de los 5 ceros

Brikawood, las casas de ladrillos de madera tipo LEGO que podrás construir tu mismo

Estufas Rocket: el sistema de calefacción más eficiente para calentar con leña