El planeta se queda sin agua dulce

El planeta se queda sin agua dulce

Un estudio señala que 21 de los 37 acuíferos más grandes del mundo están sobreexplotados:


Los acuíferos subterráneos, que suministran el 35% del agua utilizada por los seres humanos en todo el mundo, se encuentran en situación de alarma debido a la sobreexplotación que sufren desde hace años. Lo advierte un estudio reciente que recuerda así los problemas ambientales, económicos y sociales de no gestionar de forma adecuada este preciado recurso natural. Este artículo señala que los acuíferos se agotan en el planeta, qué podemos hacer los consumidores y cómo funcionan los satélites que han permitido la investigación a la que hace referencia.

Los acuíferos se agotan en el planeta

21 de los 37 acuíferos más grandes del mundo han superado sus puntos de no retorno
Los acuíferos subterráneos más grandes del mundo, una fuente de agua dulce para cientos de millones de personas, se agotan a un ritmo alarmante. Así lo avisa un artículo publicado en la revista científica Water Resources Research por un equipo de investigadores liderado por Jay Famiglietti, científico senior del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL) en California (EE.UU.).

El estudio señala que 21 de los 37 acuíferos más grandes del planeta han superado sus puntos de no retorno, es decir, que durante una década se ha retirado más agua de la que se ha reemplazado. Los acuíferos subterráneos suministran el 35% del agua utilizada por los seres humanos en todo el mundo. La demanda es aún mayor en tiempos de sequía.


Trece acuíferos disminuyeron su cantidad de agua hasta los niveles más preocupantes. El acuífero en peor situación del mundo es el de Arabia, empleado por unos 60 millones de personas. Según los investigadores, estos datos indican un problema a largo plazo que es probable que empeore a medida que crece la dependencia de estas reservas naturales.

La mayoría de los acuíferos más escasos de agua se ubican en regiones pobres y densamente pobladas, como el noroeste de India, Pakistán y el norte de África, donde las alternativas limitadas y la falta de agua podrían conducir con rapidez a la inestabilidad.

Los científicos han utilizado datos recientes de los satélites GRACE (Experimento de Recuperación Gravitatoria y Clima), que ofrecen la imagen más detallada hasta ahora de las reservas de agua vitales ocultas bajo la superficie de la Tierra.

El trabajo demuestra que las sospechas de que los acuíferos se sobreexplotan en todo el planeta desde hace tiempo eras ciertas. Prácticas humanas en aumento como la agricultura, el consumo urbano o industrias como la minería serían sus principales responsables. Los acuíferos pueden tardar miles de años en llenarse y se recargan lentamente con agua de deshielo y las lluvias.

Qué podemos hacer los consumidores

Los ciudadanos pueden asumir diversas medidas para reducir el consumo de agua corriente sin menoscabo del confort:

- Ducharse en vez de bañarse: se pueden tomar duchas de cinco minutos en vez  
  de baños, que gastan mucha más agua.
- Lavar la ropa con programas rápidos de agua fría: en la mayoría de las 
  ocasiones sirve para una colada normal.
- Aprovechar al máximo el agua: no dejar abiertos los grifos mientras se hacen  
  otras cosas, arreglar las fugas y goteos o instalar sistemas de ahorro, 
  dosificación o reutilización de aguas grises pueden ayudar a que no se haga un 
  despilfarro innecesario.
- Evitar agua embotellada: el agua de grifo en España es de suficiente calidad y 
  puede guardarse y consumirse en una botella reutilizable.
- Aprovechar el agua de la lluvia: aunque no es potable, es idónea para su 
  aprovechamiento doméstico mediante diversos sistemas. El gasto de agua en 
  una vivienda supone una media de 150 litros diarios por persona, si bien la 
  mitad se dedica al inodoro, la lavadora, la limpieza general o el riego, 
  actividades para las que no se necesita agua destinada al consumo humano.


Cómo funcionan los satélites GRACE

La pareja de satélites GRACE detecta las más mínimas variaciones en la gravedad terrestre gracias a sus sistemas de sensores remotos. Los científicos pueden conocer al detalle la superficie del planeta y detectar movimientos subterráneos de agua o cualquier otra concentración de masa oculta con una precisión dividida en parcelas de un centímetro de grosor y 400 kilómetros de ancho.

Los dos satélites gemelos, conectados entre sí mediante interferometría, realizan una vuelta planetaria completa cada 94 minutos a una altura de unos 500 kilómetros; en total, 30 días para cubrir la superficie terrestre. Según sus responsables, la NASA y el Centro Aeroespacial Alemán (DLR), su uso está permitiendo descubrimientos impensables hasta la fecha. Como la información obtenida se puede consultar con libertad, diversos oceanógrafos, geólogos o climatólogos están publicando numerosas investigaciones como la del equipo de Famiglietti

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