La gestión de los residuos sólidos urbanos
La gestión de los residuos sólidos urbanos
Los residuos sólidos urbanos son un problema y se debe exigir su adecuada gestión a los políticos o tendrá consecuencias ambientales y sanitarias.
¿Qué son los residuos sólidos urbanos?
Los residuos sólidos urbanos se les llaman a los desechos que son generados por las actividades de vida y trabajo habitual de las urbes que además son sólidos.
Es decir, toda aquella basura que se produce cotidianamente en una ciudad, sea en las casas, comercios, oficinas, servicios, etc. y que además no deberían tirarse por un desagüe por su característica de sólido ni acabar en las alcantarillas.
Gestión de los residuos sólidos urbanos
Para que los residuos urbanos no se conviertan en un problema en las ciudades deben ser bien gestionados, pasando por diferentes etapas.
- Prerrecogida: Es el proceso que pasan los residuos antes de ser puestos en el lugar de recogida como la separación del tipo de residuos: Papel, cristal, plásticos orgánicos. Esta primera etapa es responsabilidad de los mismos productores de los desechos, así como luego ponerlos en el contendor adecuado.
- Recogida: Hay dos tipos de recogida de residuos sólidos urbanos. La más común por medio de vehículos adaptados y la neumática, un sistema más reciente con interesantes ventajas ya que consiste en la introducción de vehículos recolectores que producen menos ruidos y menos emisión de malos olores.
- Traslado: Una vez recogidos los residuos son trasladados a estaciones de transferencia donde son compactados y permanecen temporalmente. Luego se transportan a las plantas de reciclado, clasificación o valorización energética y los vertederos.
- Transformación, valorización energética o eliminación: Finalmente los residuos sólidos urbanos pasan por alguna de esas tres opciones, según sus características, con el objetivo de ser reciclados o reconvertidos. Por ejemplo, en el caso de algunos orgánicos, pueden aplicarse como compostaje y biometanización o son valorizados energéticamente para convertirlos en combustible y otros, simplemente, son eliminados.
Eliminación de los residuos sólidos urbanos no re-aprovechables
Los residuos sólidos orgánicos son eliminados principalmente en incineradoras con un proceso de combustión térmica controlada que produce una oxidación del carbono y el hidrógeno en la materia orgánica hasta convertirlas en cenizas y agua.
Pero no está exento de contaminantes este proceso ya que emite dióxido de carbono. Además, si no se ha hecho en la prerrecogida una buena gestión y con los orgánicos están mezclados plásticos que contengan PVC también se producirán dioxinas y furanos contaminantes muy tóxicos del aire.
La incineración de los residuos sólidos urbanos se consigue comprimir en un 90% el volumen y en un 30% el peso en un plazo muy breve. Con la combustión de estos residuos se generan enormes cantidades de energía aprovechable para producir energía eléctrica.
Consecuencias de los residuos sólidos urbanos
Cuando los residuos urbanos no son bien gestionados y se acumulan incontroladamente, pueden aparecer plagas de ratas, moscas, pulgas, etc. Se contaminan las aguas superficiales o subterráneas, ya que los líquidos de la descomposición de los orgánicos además de los restos de productos en los botes, se acaban filtrando en el suelo y llegando a los acuíferos.
Se genera también contaminación atmosférica por la fermentación, que produce gases con efecto invernadero causantes del cambio climático. Estos gases son inflamables y son los responsables de la mayoría de incendios y explosiones en vertederos de residuos urbanos. Pero, aun estando bien gestionados, son tantos los residuos urbanos que siguen teniendo estos impactos pero a menor escala.
Lo que podemos hacer
El índice de residuos sólidos urbanos proceden en su generalidad de basura doméstica, es decir la que cada uno de nosotros generamos.
No son las grandes fábricas los mayores contaminantes, sino nosotros por nuestro número y masa crítica.
Así que pequeños gestos son grandes gestas logradas si muchos los hacemos: Separar la basura por tipos, consumir productos ecológicos que suponen un mínimo impacto en sus residuos o no derrochando, etc. Así conseguiremos una gran mejora en esta cuestión.
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