Essen: de referente minero a “Capital Verde Europea”
“Hubo un tiempo en el que el polvo de la mina se quedaba aferrado a la ropa, las ventanas… incluso el aire estaba lleno de una cierta niebla” escribe Carlos Castejón – un sacerdote que vivió en Essen desde 1962 hasta 2002- en su libro Bajo el signo de la K: recuerdos de la cuenca del Ruhr.
Fundada en 1847, la mina de carbón Zollverein era una de las 291 minas en Essen, lo que implica que Essen era la ciudad minera más grande del continente europeo. Hoy en día ha adquirido el título de “Capital Verde Europea”. ¿Cómo? Convirtiendo su legado minero en patrimonio cultural.
En 1937 Zollverein tenía aproximadamente 7.000 empleados y producía alrededor de unas 4 toneladas de carbón al año. En la mina eran frecuentes los accidentes y el riesgo de explosiones constituía un problema para los trabajadores. Cuando la demanda de carbón comenzó a descender las minas de Essen cerraron. Los beneficios que adquiría Zollverein no eran suficientes y en 1986 la mina Zollverein cerró, siendo la última mina en Essen por cesar.
El número de habitantes disminuyó; el desempleo aumentó. Y la ciudad minera por excelencia en Europa había perdido todas sus minas. Partiendo de lo que ya tenían tuvieron que convertirlo en fuente de empleo, la mina sigue siendo el mayor atractivo de Essen, pero la perspectiva y su uso han cambiado radicalmente.
En 2001, la UNESCO declaró la mina patrimonio de la humanidad. El objetivo de Zollverein había cambiado y lo iba a hacer aún más. En 1992 recibió 5.000 visitantes y en 2016 ese número aumentó hasta 160.000.
La mina es el lugar de trabajo para 1.000 personas y la oficina de varias start-ups llenando la atmósfera de juventud y no de carbón. El referente minero se ha convertido en referente cultural y el estilo Bauhaus de la mina es hoy más importante que el carbón que solía producir.
La mina acoge dos veces al año la feria de arte contemporáneo, diferentes exposiciones, visitas guiadas y otras actividades. Parte de la mina se convierte en una piscina en verano y en una pista de patinaje en invierno, Zollverein se ha vuelto a llenarse de vida.
El desempleo y el bajo número de habitantes sigue siendo un problema que persigue a Essen, pese al aumento en más de 10.000 habitantes desde 2003. Visitar el museo y la mina muestra una ciudad que ha construido un proyecto sostenible basado en su herencia: la industria minera. Mismo lugar, diferente uso. Un ejemplo de una ciudad que ha crecido reconstruyéndose a sí misma.
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