Ventajas y desventajas de los muebles de cartón, la nueva tendencia
Los muebles de cartón son durables y reciclables. Incluso pueden fabricarse a partir de cartón reciclado, y además, desde un enfoque ecológico, son una interesante alternativa a los muebles de madera.
¿Pero, son realmente verdes?
Comenzaremos por apuntar que el término ecológico tiene distintos aspectos que pueden valorarse de forma independiente, si bien la suma de todos ellos es lo que, finalmente, nos dará la respuesta que buscamos. En este post vamos a repasar algunas ventajas e inconvenientes de estos innovadores muebles, que están abriéndose camino en el mercado por su originalidad y utilidad.
Numerosas ventajas
Son livianos y fáciles de montar o desmontar, con lo que también encontramos ventajas a la hora de valorar su huella ambiental en cuestión de transporte. Igualmente, el montaje no requiere de herramientas como tornillos o martillos, pongamos por caso, con lo que también por este lado suman puntos verdes.
Igualmente, permiten una funcionalidad similar a la de los muebles convencionales. Al menos, así es en cuanto a resistencia a la hora de sentarnos sobre una silla, acostarnos en una cama, usar una mesa de estudio o de soportar peso un estante, entre otras posibilidades. Prácticamente, las mismas que nos ofrece un mueble, salvo lógicas excepciones.
Por otra parte, a nivel de diseño, los muebles de cartón son muy versátiles, por lo que pueden adaptarse a diferentes gustos y estilos sin problema. Eso sí, la estética de unos y otros materiales es muy diferente, y por muy durable que sea el cartón, siempre lo será más un mueble de madera de calidad o de metal.
También tienen inconvenientes
En caso de fabricarse a partir de cartón no reciclado o utilizando una pasta de madera, estaríamos ante un uso menos ecológico que en el caso de tratarse de cartón reciclado. Por muy reciclables que sean y certificados que estén, han requerido la obtención de una materia prima no solo contaminante en cierto modo, sino además procedente de árboles que se han talado.
Su durabilidad es larga, pero no supera los 20 años. En algunos casos, ni siquiera alcanzan la década, con lo que también tienen este inconveniente frente a otros muebles más duraderos.
Añadiremos a ello el problema ambiental que supone adquirirlo sencillamente para sustituir a otros, con lo que éstos acaban en la basura o, como opción más ecológica, en el mercado de segunda mano. Por lo tanto, como producto de consumo que está de moda puede significar un extra de polución que nos lleva a sumar un nuevo inconveniente a nivel ambiental.
Por lo tanto, los muebles de cartón son y no son ecológicos. Por poner un ejemplo, si se trata de un mueble de cartón diseñado con materia prima reciclada y reciclable, que además suma otros aspectos eco amigables, podremos hablar de una buena opción verde.
Pero esta no es siempre la realidad que vivimos. Sobre todo, además, teniendo en cuenta que son tendencia. Así pues, si su compra significa desechar otros que están en buen estado o sencillamente adquirirlos más por capricho que por necesidad real, sus ventajas verdes no serán significativas.
Un mundo de posibilidades
Por último, no olvidemos que fabricarnos nosotros mismos es otra opción. Lógicamente, no se trata de hacerlos sin tener especialización para ello. Muy al contrario, son muebles que exigen una técnica muy precisa para lograr tanto una buena durabilidad como la necesaria resistencia. Si bien los muy manitas tienen en la red un sinfín de tutoriales de los que poder sacar partido para aprender e inspirarse.
Una vía intermedia es la personalización. Primero, adquirimos los muebles ya fabricados, buscando que tengan el menor impacto ambiental posible y, bien antes de usarlos o luego, para darles otro aire, podemos personalizarlos. Bien con pintura, mensajes o adhesivos o añadiendo distintos módulos, en cuyo caso la empresa que los fabrique tiene todo un mundo de posibilidades que transformar en propuestas reales.
¿Y, por qué no? También podría ser una buena salida para dar uso al cartón reciclado. Se trataría de aprovechar esta materia prima sin añadir la huella del transporte, dejando que sean los emprendedores locales quienes los transformen en muebles, fomentándose así la economía local.
Bienes de consumo ecológicos
Como ocurre con tantos otros productos o bienes de consumo ecológicos, la opción más verde es, sencillamente, prescindir de ellos. Por muy reciclados y reciclables que sean, no cabe duda de que hay otros muchos aspectos a considerar.
Hacerlo es un trabajo del consumidor. Cada uno de nosotros, en efecto, hemos de informarnos sobre el impacto ambiental que un determinado mueble de cartón puede suponer. No será lo mismo hacerlo nosotros que comprar un kit de auto montaje que viene de China, pongamos por caso.
Otros aspectos que podemos valorar, por ejemplo, son los químicos que pudieran haberse usado en su fabricación, como los pegamentos o pinturas, así como accesorios de distinto tipo. Es así como, sumando la información obtenida (no siempre podremos conseguirla toda, obvio), podremos llegar a una conclusión sobre nuestra compra.
¿Viene de muy lejos? ¿Qué cartón se utiliza? ¿Cuál es su durabilidad y resistencia? ¿Realmente lo necesito, es funcional, o quizá multifuncional? ¿Forma parte del circuito del comercio justo? ¿Se emplean materiales tóxicos, que desprenden olor o pueden provocar alergias? ¿Cuál es su embalaje, también es reciclable, me parece excesivo? Son preguntas sencillas que nos darán una idea aproximada sobre el producto desde un enfoque verde. Luego, cómo no, la subjetividad jugará un papel importante a la hora de tomar una decisión final.
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