Reciclar la tecnología en Argentina

En la Argentina se producen 8 kg. de basura electrónica por habitante por año. Muchos de estos componentes tienen sustancias peligrosas, pero parte de estos materiales se puede recuperar.

Reciclar la tecnología
Los aparatos electrónicos y eléctricos son un problema creciente con el modelo tecnológico actual y tiene una categoría especial para su disposición final: RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos). En esta categoría se incluyen una variedad de equipos: desde celulares y computadoras, pequeños electrodomésticos hasta heladeras o herramientas. La mayor parte de estos aparatos puede ser recuperada, ya sea a través de la reutilización o del reciclaje de materiales como plásticos y metales.
Desde La Agencia de Protección Ambiental,- perteneciente al Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires-, informan que el 95% de los materiales de los RAEE son reciclables. Principalmente plástico, vidrio y metales como hierro, cobre, aluminio, bronce, y chapa (chatarra) y entre los aparatos electrónicos que más se utilizan a diario, los teléfonos celulares y las computadoras son los que poseen la proporción más alta de potencial recuperación y posterior valorización de sus materiales.
El especialista Gustavo Protomastro, y autor del libro “Minería urbana y la gestión de los residuos electrónicos”, explica que, un hogar argentino moderno cuenta con más de 40 AEE (aparatos electrónicos y eléctricos): desde computadora y teléfonos, hasta electrodomésticos, herramientas electrónicas, alarmas, video, TV, juegos, entre otros. “Por todos los beneficios que nos da una heladera, un lavarropa o una computadora, con más razón debemos separar esos 8 kg. que cada uno genera por año, llevarlos a un punto de reciclaje y potenciar la industria del reciclado”, asegura el especialista.
Con respecto a las soluciones en este tema, Protomastro indica que en la última década surgieron más de 10 plantas de tratamiento de AEE, pero la mayor parte de las 320.000 toneladas desechadas por año (8 kg/habitante por 40 millones) aún quedan guardados en hogares, oficinas o son enviados junto con la basura doméstica. “Al no contar con una ley que nos obligue a gestionar los RAEE de manera diferenciada, el usuario final, tanto hogareño como corporativo y estatal, no tienen incentivos ni sanciones para impulsar su reciclaje o tratamiento. Hacemos minería inversa, esto es, enterramos los metales (hierro, cobre, aluminio, oro y plata, entre otros minerales), así como plásticos en los rellenos sanitarios y basurales de todo el país”. Por lo que, para potenciar la industria, es necesario que los municipios cobren por el costo de gestionar los RAEE, “Debe haber leyes para que todos reciclemos y se creen incentivos para potenciar la industria del reciclaje”.
Concluyendo, el especialista plantea que el gran desafío para la Argentina es la economía circular: “Para los RAEE es la minería urbana, es decir, recuperar, al menos una parte de los minerales y polímeros como insumo de los procesos productivos de nuevos aparatos electrónicos, reduciendo su impacto ambiental como desecho, y de la minería para obtener la materia prima. En Corea, Suecia o Alemania, se logran tasas de recupero del 80 % de los RAEE, que son transformados en los materiales base de la revolución tecnológica”.
Dentro de las organizaciones que trabajan el tema, se encuentra la Asociación Civil Centro de Basura Cero, que nace para generar empleo de calidad a partir de la industria del reciclaje de AEE. “Hoy, contamos con un equipo de 12 personas y tratamos 400 tn por mes”, precisó Jorge Amar, director del Centro. Ellos reciben diferentes electrónicos tanto de empresas como de ciudadanos para recuperar materiales y mantienen su operación mediante la venta el cobre, aluminio y productos informáticos. Asimismo, reparan computadoras para donarlas y como tercer eje de trabajo realizan capacitaciones a diferentes instituciones en el tema y buscan concientizar sobre el daño de los AEE.
Con respecto al impacto económico de los materiales que se pueden recuperar, Amar explica que a partir de 4 tn. de AEES se consiguen 4 gr. de oro y que de esta industria se puede generar empleo con triple impacto.
Por su parte la organización Qué Reciclo, dirigida por Juan Martín Ravettini, recibe AEE domiciliarios y empresariales, y para generar mayor impacto están trabajando en el armado de una red de logística que retire los productos por el domicilio. “El objetivo es armar un circuito de recolección y facilitar que las personas puedan disponer sus residuos”.
Entre los materiales que recuperan, separan las placas madres que son exportadas para la recuperación de sus componentes (minería urbana) y también separan el plástico y el metal para venderlo a la industria del reciclaje.
Para mejorar la industria, Ravettini afirma que faltan incentivos para los consumidores, para que tomen conciencia sobre la importancia de la separación de estos elementos.
Desde el sector público, la Agencia de Protección Ambiental del Ciudad (APrA), dispone de dos puntos verdes especiales, -ubicados en Plaza Arenales en Villa Devoto y Parque Centenario en Caballito- y de cuatro Puntos Verdes Móviles que reciben RAEE. “Los restos de aparatos eléctricos y electrónicos recibidos de los vecinos en los Puntos Verdes son transportados a la Cooperativa Reciclando Trabajo y Dignidad, donde son clasificados y probados”, informa desde el área institucional del APrA. Hoy, reciben 6 toneladas por mes de RAEE.

¿Qué contiene una computadora?

Un 93% podría ser recuperable y valorizable.
El 53% correspondiendo a metales (hierro, cobre y aluminio),
Un 22% a vidrio y 22% a plástico, con una pequeña proporción de metales preciosos.
Sólo un 7% de sus componentes no pueden ser recuperados, de los cuales el 3% son residuos contaminantes (metales pesados y eco-tóxicos como el mercurio, plomo o cadmio).


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