Ejemplo de cómo el ruido contamina el medio ambiente

La contaminación sonora afecta directamente el medio ambiente. Se sabe que algunas especies de peces, aves y ballenas se ven afectadas por el ruido que produce el hombre. Un nuevo estudio indica que ni siquiera las plantas son inmunes a los efectos de la contaminación acústica.

¿Qué es la contaminación acústica?

contaminacion acusticaEl término contaminación no solo hace referencia a la contaminación del suelo, del agua y del aire, a los efectos de las emisiones contaminantes, al efecto invernadero y a todo lo referentes a las basuras y residuo que llenan de polución nuestro planeta. Existen más tipos de contaminación, como puede ser la contaminación lumínica y la que vamos a tratar hoy: la contaminación acústica.
Se puede definir la contaminación acústica como aquel conjunto de ruidos que provocan unas condiciones sonoras capaces de alterar el ambiente de una zona determinada. Y cuando decimos capaz de alterar el ambiente nos referimos a la vida diaria de los seres vivos para realizar sus tareas más cotidianas.
contaminacion acustica atascos
La contaminación acústica, entendida ésta como todo ruido molesto, está presente continuamente en nuestras vidas, sobre todo en grandes ciudades o en zonas con una alta actividad industrial. Y es que la mayor parte de ruidos que provocan la contaminación acústica son provocados por los seres humanos: plantas industriales, los vehículos con sus cláxones, camiones de obra y martillos neumáticos, sirenas de ambulancias, aglomeraciones de gente, discotecas… Estamos rodeados continuamente de ambientes con una alta contaminación acústica.
Po supuesto, la contaminación acústica tiene unas consecuencias. Quizá no sean tan palpables como en la contaminación del aire, del suelo o del agua, pero tiene efectos perjudiciales para los seres vivos, tanto para los seres humanos como para aves, insectos o plantas. Y si no te lo crees, atento a cómo puede afectar la contaminación acústica a algunas especies.

El ruido y el medio ambiente

¿Cómo es posible que el ruido, un sonido, sea capaz de afectar hasta la vida de las plantas?
La contaminación sonora perjudica la vegetación del medio ambiente en forma indirecta. Nunca hay que perder de vista la intrínseca relación que existe entre los componentes de un mismo ecosistema.
En primer lugar, el ruido altera la comunicación entre animales de una misma especie. Distintos estudios confirmaron que, en lugares ruidosos, algunos pájaros cantan en frecuencias más altas, o que los murciélagos encuentran dificultades para hallar presas.
Las ranas no encuentran parejas para aparearse, y las ballenas suben el volúmen de su canto para escucharse entre ellas.
Este tipo de incidencias en las especies capaces de percibir el sonido repercute también en los ciclos de vida y reproducción de las plantas que los rodean.
Es entonces cuando los efectos de la contaminación sonora llegan al reino vegetal. Los científicos tomaron el caso, por ejemplo, de las urracas.
Aphelocoma californica, un tipo de urraca. (Crédito: Wikimedia Commons)
Las observaciones en una zona boscosa de Nueva Mexico indicaron que esta especie de ave azulada ni se acercó a los pinos más contaminados por el ruido. En los lugares más ruidosos, la polinización a través de la dispersión de la piña fue llevada a cabo por ratones.
Por supuesto, la polinización del pino a través de los ratones no es tan óptima como la que llevan a cabo las urracas. Las aves juntan grandes cantidades de semillas en el otoño y las esconden, para comerlas durante la escasez del invierno. Muchas de estas semillas quedan escondidas para siempre, lo cual permite la germinación y el crecimiento de nuevos árboles.
Los ratones simplemente comen las semillas sin esconderlas, y estas generalmente no sobreviven el paso por el sistema digestivo de los roedores.
Pero la cadena de incidencias que se desprende de un ecosistema afectado por el ruido no termina allí.
Paralelamente, los descubrimientos indican que, ante la preferencia de las urracas por los lugares silenciosos, otras aves, como los colibríes de cuello negro, prefieren mudarse a los sitios ruidosos y construir sus nidos allí para evitar encontrarse con otras especies de aves.
Nido de colibríes pechinegros (Crédito: Wikimedia Commons)
¿Qué cambios que pasan de ser percibidos traerá este comportamiento de las aves sobre los insectos, principales responsables de la reproducción de las plantas?
Los estudios aún no avanzaron sobre esta interrogante, sin embargo no es difícil imaginar un importante número de transformaciones desencadenadas por la contaminación sonora en el mundo de los invertebrados.
 Urracas tomando un baño

El ruido y la salud

El ruido es un mal de nuestros tiempos. Quizá es un tipo de contaminación que no sólo afecta el medio ambiente (como muchos prefieren verlo, separado del ser humano), sino que perjudica directamente la salud del hombre.
La contaminación sonora, o acústica, puede pasar de ser un ruido molesto, a transformarse en una fuente de verdaderos problemas psicológicos o de dolores físicos ocasionados por sonidos que alcanzan los 140 decibeles, el umbral del dolor.
Lamentablemente, no son ruidos en absolutos ajenos a la vida urbana.

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